El caso del chinex

De las casi infinitas jaimitadas que hice por el amor de una mujer, ésta que os voy a contar creo que es la que más retengo en mi memoria por su espectacular torpeza. Corría el año 92 y cogimos la costumbre algunos amiguetes de acudir a la vetusta escuela de Magisterio para alternar nuestras horas de estudio con la contemplación de la belleza fémina patria. De la morena que me cautivó sólo averigüé su nombre, Gemma, después de tres años de infructuosos intentos por cruzar alguna palabra inteligente con ella. Nunca fui hombre de relación difícil, pero ella producía esa inexplicable reacción que atenazaba mi intelecto, impidiendome jugar adecuadamente al arte de la seducción y por consiguiente, dificultando en grado sumo la consecución de la cópula, objetivo no prioritorio, pero nunca desdeñable. Pues bien, os contaré el último de los desgraciados episodios que el azar decidió protagonizar, dándome una paliza que tumbó definitivamente mi esperanza de llevar a buen puerto el citado objetivo.
Como os decía, la biblioteca fue el lugar de autos una tarde de un día cualquiera de invierno.
17:23:00 (5 minutos antes del desatre…)
La presión de mi vejiga se hace excesiva y la incontinencia urinaria me hace abandonar la sala de estudio rumbo hacia los servicios. Al salir del aula busco con la mirada a la joven en cuestión y la encuentro con una sonrisa más que esperanzadora.
17:27:15 (2 minutos antes del desastre…)
Micción realizada correctamente.
17:27:22
La morena de belleza sublime decide ir al baño
17:27:25
Salgo del servicio dirección de nuevo hacia el aula de estudio. Para ello entro en el pasillo de 40 metros que une los servicios con el aula. Un extraño silencio preside el ambiente.
17:27:31
La morena enfila el pasillo en dirección a mí. 36 metros de pasillo y 42 segundos fatales nos separan mientras nos acercamos solitarios, cada uno a un extremo del pasillo.
17:27:40 (12 segundos antes del desastre…)
Mi cabeza empieza a barruntar formas de entablar contacto, mientras ella se va acercando, pienso que quizá la petición de un klinnex pueda desencadenar los acontecimientos de manera definitiva y el frenesí amoroso campe por los lares de la biblioteca de Magisterio.
17:27:43 (9 segundos antes de la catástrofe)
Mientras se acerca, distingo que lleva en su boca un chicle. El silencio circundante se hace más notable si cabe
17:27:47
Alguna neurona cabrona de mi cerebro decide cambiar a última hora de argumento seductor y con el cruce de cables se desata la debacle
17:27:52 – hora h – El principio del fin
– Perdona, ¿Llevas un Chinex? – Le digo, enajenado entre la idea original del klinex y el enredo producido por la neurona cabrona.
De forma inmediata, noto el torrente sanguíneo correr de forma brutal sobre mi jeta, tornándola en tono rasáceo y empezando a sentir los sudores fríos del pánico sobre mis sienes.
Ella me dice, con una cara entre extrañada y sorprendida,
-¿que si llevo qué?
A lo que respondo:
– No, nada, que si llevas un klinnex.
Efectiva y desgraciadamente llevaba, y al sacar el dichoso pañuelo, cayó al suelo con tan mala fortuna que mi cabeza impactó con la suya de forma ostentórea, al realizar ambos el movimiento de agacharnos a recoger el klinnex del amor.
Con la cara como un tomate, aturdido por el golpe, y maldiciendo a la madre que parió a los klinexx, me retiro hacia el aula de estudio disculpándome por mi terrible torpeza.

Valencia 29 de marzo de 2011 19:52
Volviendo a casa tras un día de curro, hoy la he visto después de aquél día (19 años hace, si no cuento mal), iba con un carrito, su nene, y supongo que su marido. Nos hemos visto y ha sonreído.

3 comentarios

  1. ¿Y sabes lo mejor? Que la sonrisa que ella te ha regalado, diecinueve años después, significa: «Ese es el chico del chinex!!! Vaya, como los buenos vinos, ha mejorado con el tiempo, sí señor. ¿Me habrá reconocido? Debí entrarle hace diecinueve años… En fin…»

  2. Paco, me propongo que dejes de ser el chico bueno y romantico .. ESOS NO SE COMEN NADA ¡¡ ( bueno aunque Ali quizá no este de acuerdo…)

    LEETE YA el libro » EL AMANTE TANTRICO » Jacques Ferber …que mas allá de controlar eso que te imaginas.. te describe a tí, a mi y a muchos de nosotros » HOMBRES » en las relaciones con las chicas, bueno ahora son mujeres encantadoras que ejercen de médicos, abogados y ejecutivas con éxito . Todos hemos crecido a la fuerza ¿verdad?

    Tus historias son entrañables , hacen sonreir a la ternura y además ahora me hacen entender de donde venimos sexualmente..( la mayoria de los de Maristas 1998 ). Gracias Paco
    un abrazote artista ¡

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